La “sostenibilidad” es un concepto que cada vez cobra más fuerza en el mundo empresarial. Según un estudio, en Chile el 78% de las empresas está interesada en impulsarla, mientras que un 84% desea aumentar la inversión en esta área, lo que nos convierte en uno de los países más interesados de la región en invertir en sostenibilidad.
A raíz de esto, el término “marketing sostenible” ha ido ganando visibilidad. Pero, a diferencia de lo que te imaginarás, esto no significa “disfrazarse de verde” para llegar a un público en específico. El marketing sostenible es mucho más que eso y en Cebra te contamos sobre él.
Según el cientista político Donald A. Fuller el concepto de sostenibilidad aplicado en el marketing, corresponde al “proceso de planificación, implementación y control del desarrollo, precios, promoción y distribución de productos de modo que satisfaga los tres criterios siguientes: satisfacción de las necesidades del cliente, consecución de los objetivos de la empresa y compatibilización del proceso con el ecosistema”.
De esta manera, el marketing sostenible podría definirse como el marketing enfocado a lo social o ecológico y el cual busca atender las “3P”:
No obstante, como ya te contábamos, este tipo de marketing no vende sostenibilidad, sino que la usa, tanto en la práctica, como en el desarrollo del producto que ofrece.
El marketing sostenible no es solo el concepto, sino que las compañías que se aferran a él, deben tener una mirada comprometida con el medioambiente y la sociedad. Esto se traduce en acciones que demuestren impacto y atraigan consumidores fieles de un nicho específico. Además del posicionamiento de tu marca, producto o servicio.
Lo primero que debes saber, es que será imposible hacer marketing sostenible si dentro de tu organización no hay una gestión, logística y coherencia acorde al servicio y su impacto. Entendido esto, veamos algunos pasos para empezar a implementar tu estrategia.
Si todavía no has incursionado en el marketing sostenible, tal vez no le veas mayor sentido. Sin embargo, puede implicar más beneficios de los que te imaginas. Enseguida te contamos cuáles son algunos de ellos:
Si muestras y demuestras ser una empresa socialmente responsable, proyectarás automáticamente una buena imagen. Actualmente los consumidores están prefiriendo productos alineados a estos valores no solo por el impacto positivo en el medio ambiente y las personas, sino porque también estos pueden tener buenos efectos en lu salud o la resiliencia de las comunidades frente a los desafíos ocasionados por la crisis climática.
Esta ventaja también se traduce a la relevancia entre tus propios competidores. Muchas empresas y organizaciones, buscan establecer alianzas estratégicas de desarrollo compartido con instituciones que promuevan el impacto. De esta manera el crecimiento de tu negocio se abre a nuevas oportunidades.
La sostenibilidad también implica el ahorro de recursos a corto y largo plazo. De manera inmediata porque se prioriza el reciclaje, la economía circular o el uso de plataformas digitales por sobre instrumentos físicos, lo que beneficia la estructura de costos operativos directos.
Mientras que también disminuye los costos a lo largo del tiempo, ya que el mundo está girando hacia una economía verde de bienestar social, donde nuevas oportunidades se están abriendo, pero también otras se cierran: ya está siendo una realidad que los fondos de inversión están cambiando hacia este tipo de negocios, mientras que los impuestos están subiendo para las organizaciones o productos que no aportan a la crisis global. Es decir, de aquí en adelante, solo te costará más dinero desde el cobro o la pérdida de oportunidades, el no tener un modelo sostenible o ecológico.
Partamos de la base que el público objetivo es más segmentado, lo cual da la posibilidad de identificar mejor sus necesidades y ofrecer contenidos o productos específicos que las satisfagan.
Sin embargo, también se consolida cada vez más el rol del consumidor consciente, quienes buscan y prefieren recomendar productos o servicios que busquen algo más que las ganancias económicas.
Hay muchos productos con el “sello verde” que tienen un coste mayor, lo cual no es una desventaja sino que todo lo contrario, ya que el consumidor que conoce los beneficios de estos productos, están dispuesto a pagar más. De hecho, un 21% prefiere comprar productos alimenticios y bebidas ecológicas, aun si el valor es mayor.
Sin embargo, no es necesario aumentar el costo para recibir mayores ingresos. La demanda por este tipo de empresas crece rápidamente en todos los ámbitos de la vida y necesidades diarias de las personas. Ser capaz de capitalizarla con tu oferta, es un gran factor para incrementar los ingresos y fidelizar clientes de tu competencia.
Actualmente, los consumidores están teniendo una responsabilidad social importante, pues no solo buscan satisfacer sus propias necesidades. Hoy, aquellos productos que tienen un impacto positivo en el medio ambiente y las personas, están ganando mayor partido a la hora de vender u obtener financiamiento para crecer.
Esperamos que este artículo te haya orientado en lo general y básico del marketing sostenible, y te invitamos a seguir aprendiendo. El mundo y las personas cambian cada vez más rápido, y lo urgente del desafío climático hace que nuevas respuestas o soluciones aparezcan todas las semanas, así que de seguro este será un tema donde haya mucho que leer, decir y obviamente crear.