¿Sientes que tu sitio web corporativo se encuentra estancado o no genera los resultados que esperabas? El Growth Driven Design ha llegado para cambiar eso y ayudar a las distintas marcas a tener una mejor estrategia de marketing digital.
Las primeras impresiones valen, y mucho, por eso cuando alguien llega a tu sitio tiene que sentirse como en casa. Pero ojo, no es solo una cuestión estética, el mensaje debe ser claro y la experiencia de usuario también para facilitar el Customer Journey. De eso dependerá conseguir más y mejores resultados, por ejemplo, realizar una venta.
Anteriormente crear un sitio web consistía en realizar el diseño, hacerlo y dejarlo allí por años. ¿Hasta cuándo? Hasta que a alguien se le ocurría que era momento de hacer un refresh, para que nuevamente pasará otro año estático.
Una práctica que aún sucede es desechar todo lo realizado hasta el momento y comenzar desde cero con otro diseño, estilo y estrategia. Sin embargo, hoy se sabe que el éxito de un sitio web depende de su mejora y actualización constante.
La tecnología ha obligado a las empresas a realizar cambios significativos para no morir en el olvido de las personas. Dentro de ellos está la idea de priorizar un diseño web más acorde a la época, que resuelva los problemas que los usuarios tengan.
El Growth-Driven Design (GDD) ha emergido como una metodología revolucionaria que ha transformado la forma en que se abordan y desarrollan estrategias de diseño web. Este enfoque se aleja del paradigma tradicional de diseño de páginas web estáticas y ofrece un método dinámico y evolutivo que se adapta constantemente a las necesidades y preferencias de los usuarios.
Aquí se busca trabajar constantemente en el diseño de la web corporativa / e-commerce. Es un ciclo que nunca termina, es más, motiva a la prueba y error, al cambio constante en busca de mejores resultados.
La implementación efectiva del Growth-Driven Design implica una mentalidad ágil y un compromiso con la mejora constante. Las siguientes etapas son fundamentales para su éxito:
El enfoque GDD ofrece una serie de beneficios significativos en comparación con el diseño tradicional.
Reducción de los tiempos y recursos usados: Justamente porque se van testeando y haciendo pequeños cambios todo el tiempo, no es como en el diseño tradicional en el que se trabajaba un rediseño web desde cero (lo que demanda mayor inversión y recursos).
Además, el aprendizaje de todas las áreas es mucho. Todos pueden conocer mejor a los usuarios / clientes, entender en qué parte del proceso de compra surgen problemas y así ajustar el mensaje o arquitectura de la información.
Incluso, los A/B testing son perfectos para saber qué logra una mayor conversión, desde el color de un call to action, un banner o la ubicación dentro del sitio.
1 – Ayuda a conocer más sobre el comportamiento que tiene una persona que visita la web. Acá se hace un seguimiento constante, no es como en el método tradicional en el que se creaba un sitio web y se dejaba abandonada por meses o años.
2 – Mejora la interacción entre los gerentes y equipos de trabajo. Al estar todos estudiando y analizando lo mismo (cada uno desde su área) se produce un interesante intercambio de información que fortalece vínculos al momento de trabajar.
3 – Se consigue una web dinámica. La mejora en todo momento trae consigo experimentos y cambios que le dan aire fresco a un sitio web. Los expertos del diseño tendrán su mente activa en todo momento, siempre pensando en cómo mejorar.
La combinación de la metodología ágil del GDD con las capacidades de optimización y análisis de HubSpot permite a las empresas no solo crear sitios web dinámicos y adaptables, sino también impulsar un crecimiento sostenible a través de la comprensión profunda de las necesidades del cliente en tiempo real.
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