La inteligencia artificial (IA) ha estado en el centro de atención últimamente, ya que cada vez más empresas y marcas la utilizan en sus modelos comerciales. Es por eso que debes conocer los conceptos que en un futuro seguirán siendo parte del marketing digital, cómo es el caso del deep learning. ¡Sigue leyendo!
El deep learning o aprendizaje profundo en español, es una técnica que utiliza la inteligencia artificial inspirada en las redes neuronales humanas, es decir, así como las personas aprenden de la experiencia, el algoritmo de aprendizaje realiza una tarea repetidamente, haciendo ajustes hasta mejorar el resultado.
Deep learning se refiere a las capas neuronales profundas, de ahí su nombre, es por eso que este modelo de aprendizaje digital apila decenas de miles de capas de información para aportar mayor complejidad y ofrecer una mejor comunicación.
Siri, Alexa y Cortana son ejemplos de deep learning.
Aunque pareciera que son tecnologías que compiten, lo cierto es que se complementan. Para entenderlo mejor, debemos tener claro en qué consisten ambos términos, de esta forma comprenderás su implicación en el marketing digital.
Este es uno de los ámbitos de la inteligencia artificial, que se basa en la creación de sistemas que aprenden automáticamente.
Al hablar de aprendizaje automático, hablamos de la identificación de patrones complejos en millones de datos, que la máquina interpreta por medio de algoritmos, brindándole la capacidad de predecir comportamientos futuros, pudiendo recabar información de forma automatizada, sin necesidad de intervención humana.
Por su parte, el deep learning es un subdominio del machine learning, parte de un conjunto más amplio de métodos de aprendizaje automático, basados en asimilar representaciones de datos. Los algoritmos de deep learning pueden generar autoaprendizaje de patrones ocultos en los datos para hacer predicciones.
La gran ventaja es que las computadoras pueden procesar datos de forma masiva y realizar tareas mucho más rápido de lo que podría hacerlo una persona. Esto permite resolver problemas complejos y aprender habilidades en cortos periodos de tiempo.
Gracias a estos sistemas, los buscadores como Google y las redes sociales logran recabar información sobre el comportamiento de los usuarios, sus gustos, conductas y preferencias. Con estos datos, además de dirigir anuncios, se puede automatizar procesos y decisiones que antes debían hacerlas personas.
Actualmente, existen aplicaciones de marketing de aprendizaje profundo, que ayudan a los equipos de marketing a agilizar sus funciones y optimizar los resultados. Estas herramientas no son complicadas, por el contrario, están diseñadas y codificadas para hacer los trabajos más sencillos y eficientes.
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